¡Elegir Y Tomar Decisiones No Es Lo Mismo

¡Elegir Y Tomar Decisiones No Es Lo Mismo
¡Elegir Y Tomar Decisiones No Es Lo Mismo
Anonim

Usted y yo estamos acostumbrados a pensar que la elección es un proceso en el que se prefiere una de las alternativas a la otra. Por regla general, la elección va precedida de una evaluación más o menos cuidadosa de las alternativas desde diferentes posiciones: éticas, pragmáticas, de valor, etc. Al aceptar una de las alternativas, la persona asume la plena responsabilidad por ella. Sin embargo, este enfoque solo es posible cuando estamos en el paradigma del individualismo. Con la transición al paradigma de campo, en el que se basa el modelo de diálogo de la terapia, la imagen cambia más allá del reconocimiento

Si soy una manifestación del campo, entonces surge la pregunta: ¿quién toma la decisión? ¿Y quién está evaluando las alternativas? ¿Y son evaluados en absoluto?

Intentaré responder estas preguntas. Primero, desde el punto de vista de la psicoterapia dialogante-fenomenológica, la elección es un acto mental elemental. Es esencialmente infundado. En otras palabras, no hay una evaluación preliminar si elijo. Aquí me gustaría separar dos procesos: toma de decisiones y elección. Si el primero presupone la necesidad de una evaluación preliminar de las alternativas, el segundo se basa únicamente en la libertad inherente a su naturaleza. En otras palabras, elijo porque elijo. En mi opinión, solo en este momento aparece un lugar de responsabilidad. Al tomar una decisión, la responsabilidad se asigna a los medios por los cuales se evalúan las alternativas: el concepto psicoterapéutico básico, consejos o recomendaciones de otros, por ejemplo, un supervisor, ideas sobre ciertos tipos de personalidades, etc. Yo solo y totalmente responsable.

En segundo lugar, y esto es lo más inusual, la elección, al igual que la personalidad, pertenece al campo. En otras palabras, el enfoque descrito nos obliga a deshacernos de la ilusión de poder: no somos tú y yo quienes tomamos la decisión, sino que la decisión nos hace a nosotros. En cierto sentido, podemos decir que nuestra Vida vive de nosotros.

Entonces, ¿cuál es nuestro papel con usted en este caso?

Supongo que todo es igual, en la declaración de esta o aquella elección. Vivimos en la medida en que conservamos nuestra sensibilidad sobre cómo está cambiando nuestra vida. Y nuevamente, los oponentes aquí, quizás, pueden tener una pregunta sobre la responsabilidad:

"¿Su enfoque conduce a un culto a la irresponsabilidad?"

En absoluto, me parece que una persona necesita bastante coraje para afrontar su vida en el campo con las innovaciones y opciones que ofrece el campo. La mayoría de nosotros nos esforzamos por vivir con los ojos bien cerrados, tratando de no darnos cuenta de que la vida ya ha cambiado. Bueno, o mirarla entrecerrar los ojos, de vez en cuando sacando del pecho tal o cual concepto explicativo.

En psicoterapia, estamos más acostumbrados a tomar decisiones basadas en un concepto en particular, compartiendo así la responsabilidad con él, en lugar de tomar decisiones, mirando a los ojos de una realidad cambiante.

Lo anterior es de fundamental importancia para la práctica de la psicoterapia. Anticipando la conversación sobre la construcción de intervenciones terapéuticas, diré que la psicoterapia no está determinada por el contenido de la intervención, sino por su motivo.

El único motivo efectivo desde el punto de vista de la psicoterapia dialogante-fenomenológica es el acto libre de su elección. Es él quien tiene la propiedad transformadora del contacto terapéutico y, en consecuencia, de la vida del cliente y del terapeuta.

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