Los Padres Ideales Son Niños Infelices

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Video: Cómo afecta la separación de los padres a los niños según su edad 💔 2024, Mayo
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Anonim

Los psicoterapeutas bromean (o no bromean …) que por muy buena que sea la madre, el cliente todavía tendrá algo de qué hablar durante la consulta. Y esto, de hecho, es cierto, porque en el proceso de trabajo siempre afloran algunos agravios infantiles, diferentes exigencias e historias olvidadas hace mucho tiempo. Así que hoy, sobre los padres ideales

Ser el padre perfecto es increíblemente difícil. Porque es necesario levantarse antes del anochecer para tener tiempo de preparar el desayuno, recoger bolsas y planchar cosas para la escuela / jardín de infancia. Porque necesitas aprenderte a hacer natación, ajedrez, cursos de inglés, baile y boxeo en una semana, porque el desarrollo integral es la clave para una vida exitosa. Porque leer enciclopedias antes de acostarse en lugar de cuentos de hadas y canciones de cuna innecesarios, porque el intelecto es el camino hacia la luz y el éxito.

Los padres ideales siempre quieren a los niños adecuados. Y ser el niño perfecto es más difícil que ser el padre perfecto. Esto significa ganar concursos y olimpiadas, no porque ames estos temas o te desafíes a ti mismo, sino porque papá estará feliz. Tener razón es tocar sinfonías a los 14 y leer a Orwell en el original, no fumar en el garaje vecino y hojear la revista Maxim. Esto significa una gran lista de lo que el niño debería, y no de lo que realmente le gustaría.

Pero la verdad es que, de hecho, todo lo anterior no es necesario para una infancia feliz. Ninguna mamá se despierta a las cinco de la mañana, no va al cine / teatro / museo todos los fines de semana. Ni siquiera una nueva tableta / teléfono. Para una infancia feliz, no se necesitan padres ideales, basta con que sean lo suficientemente buenos.

Del tipo que se puede quedar atrapado para recoger al niño a tiempo de la escuela, porque se organizaron tres horas de "fin de semana" y están un poco perdidos en el tiempo. ¿Quién no se adaptará a los años rotos por un agujero en los jeans nuevos o las deportivas llenas de agua de lluvia de un maravilloso tono terroso? De esos que, a los 18 años, se guardan con cuidado los condones en el bolsillo y no se esparcen cenizas en la cabeza cada vez que regresan después de las nueve. Aquellos que se regocijarán con tus victorias, pero que no se retorcerán histéricamente las manos por los fracasos.

Porque cuando crezca, no recordará todos sus esfuerzos y darse cuenta de que por su bien arruinó su vida personal o su carrera no le agregará felicidad y confianza, pero los sentimientos de culpa y la neurosis leve son imprescindibles. Pero lo que recordará es cómo remaban juntos en los charcos bajo la lluvia primaveral. Y la forma en que lo consolaron cuando voló locamente por la colina será más cálida que los gritos de "¡¡Te lo dije !!", abundantemente condimentados con esposas adicionales.

Un niño no tiene que sacrificarse para dar todo lo mejor, incluida su propia vida feliz. Para él es suficiente que su madre esté presente en los momentos difíciles y no agregue estrés innecesario. Es mucho más importante para él sentir su propia imperfección que perseguir su propia perfección durante toda su vida.

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