El Perdón Como Camino Hacia La Liberación

Tabla de contenido:

Video: El Perdón Como Camino Hacia La Liberación

Video: El Perdón Como Camino Hacia La Liberación
Video: El Perdón como camino hacia la Liberación 2024, Mayo
El Perdón Como Camino Hacia La Liberación
El Perdón Como Camino Hacia La Liberación
Anonim

El tema del perdón, tarde o temprano, surge en la vida de todo adulto. Vivimos: actuamos, entablamos una relación, realizamos nuestros planes, y en este movimiento nos encontramos a un lado o al otro de situaciones en las que el perdón es necesario.

Podemos ser culpables de algo y esperar ser perdonados, o podemos ser víctimas que culpan o quieren perdonar al ofensor. Y sea cual sea el lado en el que nos encontremos, el tema del perdón a menudo se vuelve doloroso y complejo, ya que causa muchas experiencias fuertes: dolor, resentimiento, ira, amargura, vergüenza, ira, impotencia.

Pedir perdón y perdonar son desafíos personales serios. Resolviéndolos, tenemos que admitir la imperfección de este mundo y nuestra propia imperfección. Admitir que el pasado no se puede cambiar, nadie es inmune al dolor, la justicia no siempre prevalece, y ser bueno no es garantía de que no nos pase nada.

Pero no cumplir con estas tareas, negar tu culpa, no perdonar y vivir con un eterno sentimiento de resentimiento significa condenarte a tomar una gran cantidad de energía y fuerza del presente y gastarla en el pasado. Culpa no reconocida, remordimiento imperfecto, resentimiento imperdonable, deseo de venganza, intentos interminables de descubrir por qué nos sucedió esto: todo esto corroe el alma, la congela y la cansa.

PEDIR PERDÓN: ¿QUÉ SIGNIFICA?

En primer lugar, comprenda su culpa y admítala. No abstracto ("perdóname por todo"), vago y mal entendido ("si soy culpable de algo, perdóname"), pero bastante real y tangible - "Yo soy el culpable de esto", "Sé que causé dolor cuando hice esto … ".

Comprender qué hicimos exactamente, cuánto daño causamos, qué tan malo es para otro por nuestras acciones y lamentar esto es un acto serio de autoconciencia.

Y aunque no hay una admisión honesta de la propia culpa, todas las palabras sobre el perdón son solo un intento de eliminar la carga de las experiencias desagradables de uno mismo, y no un profundo arrepentimiento por el dolor de otro. Sienta la diferencia entre "Lamento que se sienta mal" y "Me cuesta llevar mi carga de culpa".

Pedir perdón es la voluntad de soportar la culpa, asumir la responsabilidad de tus acciones y un amargo entendimiento de que puedes ser la fuente del dolor de alguien. Este es el reconocimiento de la propia imperfección y las sombras de uno, la determinación de corregir los errores.

¿QUÉ SIGNIFICA PERDONAR?

Verdaderamente perdonar no significa estar de acuerdo con lo sucedido, confiar en el abusador, reconstruir relaciones, buscar justicia o recibir satisfacción. Esto no significa traicionarse u olvidarse de lo sucedido. Esto ni siquiera significa responder a la solicitud de perdón (es posible que el que causó el daño nunca pida perdón).

El perdón, como se define en los diccionarios, es una absolución de la culpa y una exención del castigo. Y en esta definición no hay una palabra sobre consentimiento, justicia restaurada, sobre "fingir que no pasó nada". Y solo que dejo ir y suelto, es decir, en realidad dejo de participar de lo que pasó.

El perdón es cuando nos decimos a nosotros mismos: “Sí, sucedió y no puedes cambiarlo. Me causó mucho daño y dolor, pero decido dejar el pasado para el pasado. Doy la responsabilidad de lo que pasó a quien lo hizo, y asumo la responsabilidad de cómo viviré con eso.

El perdón es, según Heidi Pribe, autora de The First New Universe, una decisión de vivir con nuestras cicatrices. Y la voluntad de cuidar la curación de mis heridas, agrego. Sin negar su existencia y sin esperar que alguien más lo haga.

EL PERDÓN ES LIBERACIÓN

Verdaderamente pedir perdón y perdonar significa asumir la responsabilidad: ser el culpable del acto y el daño causado, ser la víctima de tu propia recuperación y la decisión de mirar hacia adelante en lugar de hacia atrás.

Este camino, de la culpa a su reconocimiento o del sufrimiento a la voluntad de vivir, no es fácil, a menudo doloroso y doloroso. Puede ser largo. Pero este camino merece la pena. Después de todo, la culpa o el sufrimiento por sí solos no definen nuestras vidas. Está determinado por lo que hacemos con ellos, cómo los tratamos. Y esta es nuestra libertad.

Recomendado: