Pensamiento (atención Plena)

Video: Pensamiento (atención Plena)

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Video: Meditación Guiada 10 MINUTOS Atención Plena 2024, Mayo
Pensamiento (atención Plena)
Pensamiento (atención Plena)
Anonim

Durante siglos, los monjes y místicos han recurrido a la meditación para separar el pensamiento del pensador, el impulso y la acción, liberando la mente de restricciones rígidas e interpretaciones retorcidas.

Cuando estas prácticas comenzaron a popularizarse en el mundo occidental, la frase “estar aquí y ahora” se generalizó. Hay lógica en esto. Después de todo, sólo estando en el presente podemos afrontar con más destreza el momento presente.

Las ciencias cognitivas comenzaron a estudiar y desmitificar esta sutil importación de Oriente. Se enfocaron en técnicas de enfoque, sin propósito ni juicio. Se llama consideración (atención plena). Esta técnica mejora las conexiones en las redes del cerebro para que no nos distraigamos.

La consideración puede ayudarnos a sentirnos más cómodos con la esencia interior y a cumplir con el primer mandamiento de la superación personal: conocernos a nosotros mismos.

En momentos difíciles, no tenemos tiempo para mirar las instrucciones. La consideración conduce a la destreza emocional, lo que permite observar al que piensa en el proceso de pensar. Ella saca nuestro "yo" de la sombra. Crea una brecha entre el pensamiento y la acción, que es necesaria para asegurarnos de que estamos actuando como deseamos y no por costumbre.

Maneras de ser más reflexivo

Empiece por respirar. Concéntrese en su respiración por un minuto. Empiece a contar hasta cuatro al inhalar y cuatro al exhalar. Naturalmente, la mente intentará distraerse. Compruébalo y déjalo estar. No se reproche a sí mismo que "no puede hacerlo". Cada vez que se le ocurra algo, concéntrese en su respiración. Ese es el juego. No para ganar. Se trata de involucrarse en el proceso.

Observa pensativamente. Elija un objeto cercano (una flor, un insecto, un pulgar) y concéntrese en él durante un minuto. Míralo como si acabaras de llegar de otro planeta y míralo por primera vez. Intenta aislar y definir sus diferentes aspectos y dimensiones. Concéntrese en el color, la textura, el movimiento, etc.

Utilice la práctica establecida. Deja que sea algo que hagas todos los días, como hacer café o cepillarte los dientes. Cuando comiences a hacer esto, enfócate en cada etapa de la acción, en el elemento de lo que ves, escuchas, textura y hueles. Haga esto deliberadamente.

Escuche de verdad. Elija una pieza musical (una canción clásica tranquila) y sintonícela (si puede, póngase los auriculares) y hágalo como si la escuchara por primera vez. No juzgues, solo trata de resaltar diferentes aspectos del ritmo, la melodía y la estructura.

La consideración lo llevará más allá de las clasificaciones intelectuales e incluso emocionales de sus pensamientos y experiencias. Es entonces cuando el cerebro deja de ser racional, de funcionar como indexador, se vuelve más una esponja que una calculadora. Esta receptividad tranquila, naturalmente, linda con el interés.

Cuando nos interesamos en explorar el mundo dentro de nosotros y más allá de nuestras fronteras, podemos tomar decisiones más flexibles. Podemos dar un respiro deliberadamente a nuestras reacciones y elegir en función de lo que es importante para nosotros y en quién esperamos convertirnos.

El artículo apareció gracias al libro "Emotional Agility" de Susan David

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