LA IMPORTANCIA DE TRABAJAR CON SENTIMIENTOS

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Video: Video para trabajar las emociones 2024, Mayo
LA IMPORTANCIA DE TRABAJAR CON SENTIMIENTOS
LA IMPORTANCIA DE TRABAJAR CON SENTIMIENTOS
Anonim

K. - Tuve una vida bien coordinada, amado esposo e hijo. Y luego regresó. Ahora solo estoy haciendo lo que pienso sobre mi hombre anterior. Sacó a relucir viejos sentimientos en mí.

T.- ¿Cuáles son estos sentimientos?

K. - Pasión, amor. No tenía a nadie así con él. …

T.- ¿Cómo entiendes que empiezas a sentir pasión por él?

K.- Me estoy empezando a calentar aquí (señala mi pecho), mis manos se están calentando, mi cara se pone roja, aparece mucha energía.

Este hombre estuvo presente en la vida del cliente de una manera bastante específica. Intentamos representar el estilo de su interacción conjunta durante la sesión. En el transcurso de tal experimento, la mujer se dio cuenta de que la pasión que reconocía en sí misma cuando veía a su expareja y cuando pensaba en él era en realidad ira e irritación. Si trabajáramos a un nivel racional, todavía podríamos estar buscando la razón de sentimientos tan fuertes durante mucho tiempo y lo que pasó con la pareja anterior, lo que le falta a mi esposo.

Quizás el cliente incluso decidiría volver con un hombre que en realidad está enojado y molesto. Tan evolutivamente establecidos que los sentimientos y las emociones nos permiten actuar de acuerdo con diferentes situaciones. El miedo nos permite salvarnos en caso de peligro para la vida, la ira, para proteger nuestro territorio, etc. Cuando ocurre una falla y reconocemos incorrectamente las señales de nuestro cuerpo, es posible que se produzcan consecuencias indeseables. Los niños aprenden a reconocer correctamente sus necesidades, sentimientos y emociones a una edad temprana de los adultos. Hay momentos en que los padres muy protectores satisfarán todas las necesidades del bebé incluso antes de que se manifiesten.

Por ejemplo, un niño no tuvo tiempo de querer comer, pero ya estaba alimentado. Es muy probable que estos niños no desarrollen la capacidad de reconocer ni siquiera sus necesidades básicas. Un buen ejemplo es la conocida anécdota en la que la madre llama a su hijo a casa, y el niño le pregunta: "Mamá, ¿ya tengo frío?", La respuesta de la madre: "No, hijo, quieres comer".

La opción contraria, cuando el niño tiene una necesidad, pero está constantemente frustrado, no satisfecho por los padres. Por ejemplo, un bebé llora mucho tiempo, pidiendo comida, y los padres no se le acercan, considerando el llanto como un capricho. Si esta situación se repite varias veces, el bebé puede decidir que es mejor no tener hambre en absoluto. Entonces la sensibilidad está congelada.

En la edad adulta, lo más probable es que esta persona simplemente coma en un horario y no sea muy consciente de cuándo tiene hambre y cuándo no. O, con menos trauma, es solo mucho tiempo para decidir lo que quiere: comer pastel o carne. Estas son nuestras necesidades vitales, y su correcta satisfacción es de suma importancia para nuestra salud. Pero el reconocimiento de nuestros sentimientos y emociones es igualmente importante, lo cual está bien ilustrado por el ejemplo de la práctica descrita al principio.

También aprendemos a reconocer las emociones y los sentimientos, los nuestros y los que nos rodean, en la primera infancia. Uno de los estudios más recientes sobre este tema fue publicado en 2015 por científicos de las Universidades de York y Hertfordshire. Los científicos observaron la comunicación entre las madres y sus hijos de 10, 12, 16 y 20 meses. Después de 4 años, cuando los niños tenían entre 5 y 6 años, los científicos los invitaron a una entrevista. Durante las entrevistas, a los niños se les leyó "historias extrañas" que presentaban situaciones de elección y dilemas morales. Como resultado, se determinó que aquellos bebés cuyas madres daban comentarios psicológicos al comunicarse con ellos en la primera infancia eran más estables emocionalmente, entendían mejor el significado de las historias, podían explicar las vivencias de otras personas y el motivo por el que tomaban determinadas decisiones.

Los padres suelen comentar: "Le duele la barriga", "Le está creciendo el diente". A una edad avanzada, nos explican dónde duele nuestro corazón y dónde el dolor puede ser una señal de inflamación del apéndice. Esto nos da la oportunidad de ir al médico adecuado o tomar la pastilla adecuada, lo cual es extremadamente importante, ya que salva la salud y la vida. Pero pocos explican: “Entiendo que estés enojado conmigo, porque no te dejé jugar con el enchufe”, o “mira cómo se ríen los chicos, deben estar felices”. Pero estas habilidades para distinguir emociones también son necesarias para nosotros, así como para saber dónde está el apéndice. De lo contrario, en la edad adulta, puede elegir por error una pareja que le cause enojo, y no pasión, como parece.

Muchos de nosotros nos sentimos heridos por nuestras propias emociones o, por ejemplo, no podíamos entender cómo nos sentíamos en relación con una situación. En contacto con el psicoterapeuta se crea un espacio en el que el cliente aprende a reconocer sus sentimientos y a expresarlos de forma segura para él. La habilidad formada y fortalecida es entonces mucho más fácil de transferir a la vida cotidiana.

* Se proporciona un ejemplo práctico con el consentimiento del cliente.

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