TÉCNICA EN TRABAJO EN GRUPO: "LETRA EN BOTELLA"

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Video: Dinámica Insertar en Botella 2024, Mayo
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Anonim

El fenómeno de un mensaje en una botella se conoce desde la antigüedad. Un mensaje en una botella o una botella de correo es una forma muy antigua de enviar mensajes al destinatario. Esta fue la primera vez que se utilizó este método de comunicación con fines científicos. El mito dice que el filósofo griego Teofrasto alrededor del 310 a. C. arrojó varios barcos sellados con notas detrás de Gibraltar para demostrar que el agua del mar Mediterráneo proviene del océano Atlántico. Unos meses más tarde, uno de los barcos fue encontrado en Sicilia. Desde entonces, la historia ha descrito muchos casos de uso de correo en botella.

Este fenómeno no pasó desapercibido en la literatura: en la novela de Julio Verne "Hijos del capitán Grant", los héroes encuentran una botella dentro de un tiburón pidiendo ayuda; una de las primeras historias de Edgar Poe se titula "Manuscrito encontrado en una botella"; En el cuento infantil de Howard Lovecraft "La pequeña botella de cristal", los personajes encuentran un mensaje misterioso en una botella flotando en el mar.

En el trabajo psicológico grupal también se puede utilizar el fenómeno de un mensaje en una botella. Todos somos, hasta cierto punto, Robinsons solitarios y, a veces, en períodos difíciles de la vida, cuando una persona pide ayuda psicológica, realmente se siente lejos del “continente”. Estar en una isla desierta te hace temblar y esperar que un barco que pasa se dé cuenta del habitante solitario de la isla. Para tener la más mínima posibilidad de regresar a la sociedad humana, se deben dar señales: quemar fogatas, construir torres que llamen la atención y lanzar una botella con un mensaje.

Este ejercicio puede sugerirse en la primera reunión del grupo. Por lo general, los líderes del grupo hacen preguntas sobre lo que atrajo a una persona al grupo, qué expectativas asocia la persona con su participación en el trabajo grupal, etc. En lugar (o junto) con tales preguntas, el moderador puede invitar a los participantes a arrojar una botella con un mensaje en el "océano". Hay dos opciones para trabajar.

En el primer caso, se invita a los participantes a crear un recipiente con sus propias manos en el que se colocará la carta. En el segundo caso, el presentador prepara de forma independiente el número requerido de embarcaciones en las que los participantes colocarán sus mensajes. La primera opción para completar la tarea es, sin duda, más espectacular y más eficaz: una persona en una "isla desierta" tendrá que pensar qué embarcación será más estable en el entorno del agua, podrá conservar su forma y atraer la atención. atención de una llegada aleatoria, cómo y de qué es mejor hacerlo. Así, ya en el proceso de creación de una vasija, podemos ver el grado de persistencia y responsabilidad de una persona que ha solicitado ayuda psicológica. Además, al crear un recipiente, una persona puede darse cuenta de qué acciones en la vida real le faltan para poder informar a los demás sobre sus necesidades y su existencia, para comprender qué puede hacer para mejorar aquellos aspectos de su vida que no le satisfacen.

La segunda opción es más sencilla, sin embargo, lleva menos tiempo. Una vez que se han escrito los mensajes, los participantes seleccionan un barco y extraen el mensaje de él. El proceso de extracción de la información contenida en la carta es interesante, tal como lo percibe el grupo y el propio "Robinson". Esto marca la dinámica del trabajo en grupo y ayuda a superar la cercanía primaria de los miembros del grupo.

Lanza mensajes al océano de la vida y espera que terminen en las manos adecuadas.

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