Agilidad Emocional 3. Gancho Emocional

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Video: V. Completa. Agilidad emocional: un entrenamiento para vivir mejor. Susan David, psicóloga 2024, Mayo
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Anonim

La trama de un libro o de una película vive o muere, según pueda enganchar e interesar al espectador. Tal anzuelo presupone necesariamente un conflicto, y habiendo caído en este anzuelo, mantenemos nuestra atención en cómo y por qué se resuelve el conflicto. Cada uno de nosotros es también un guionista en nuestra cabeza. Y en nuestros escenarios, el gancho significa que estamos poseídos por una emoción, pensamiento o comportamiento dañino.

El cerebro humano es una máquina generadora de pensamientos (esencia). El proceso de comprensión consiste en que todo lo que se ve, se escucha, se certifica se organiza en una narrativa: “Este soy yo Dmitry, me despierto. Necesito levantarme y preparar el desayuno, luego prepararme para las citas. Esto es lo que hago. Soy psicoterapeuta y acepto personas que intentan ayudarlos . La narrativa logra su objetivo: nos contamos tales historias para organizar nuestra experiencia y ser conscientes.

El problema es que no percibimos todo correctamente. En nuestros guiones, somos bastante libres para comportarnos con la verdad. Aceptamos estos autoinformes convincentes sin cuestionarlos, como si fueran la verdad y nada más que la verdad. Creemos en estos cuentos de hadas y permitimos que esta construcción mental, que apareció hace 30-40 años y nunca se ha verificado objetivamente, represente la totalidad de nuestra vida. Un ejemplo es el concepto básico "Estoy bien si …"

En un día normal, la mayoría de nosotros hablamos unas 16.000 palabras. Pero nuestros pensamientos, nuestra voz interior, producen muchas más palabras. Esta voz de la conciencia es una balabol silenciosa pero infatigable que secreta e incansablemente nos carga de observaciones, comentarios y análisis. A esta voz inquieta del profesor de literatura se la ha calificado de narradora poco confiable. Nuestro narrador interior puede estar sesgado, mal informado o recurrir a la autojustificación y el engaño deliberados.

A menudo aceptamos afirmaciones que provienen de esta fuente inagotable de chismes y las tomamos como hechos reales. Aunque en realidad se trata de un complejo revoltijo de valoraciones y juicios, reforzado por las emociones. A través de esta reflexión de nuestras reacciones, engancharse se vuelve casi inevitable.

Te enganchas tan pronto como empiezas a tomar los pensamientos como hechos. A partir de esto, comienzas a evitar situaciones que provocan tales pensamientos. O te obligas persistentemente a hacer lo que temes, incluso si el gancho te impulsa a actuar y no a algo valioso para ti. Toda esta charla interna no solo es engañosa, sino también agotadora. Drena importantes recursos mentales que podrían utilizarse mejor.

La naturaleza vibrante y colorida de nuestro proceso cognitivo se mezcla y amplifica por la emoción, una adaptación evolutiva que sirvió bien cuando fuimos amenazados por depredadores y tribus vecinas. Frente a la amenaza del enemigo, un cazador-recolector común no podía permitirse perder el tiempo en abstracciones como: “Estoy siendo amenazado. ¿Cómo puedo evaluar las opciones existentes? Para sobrevivir, era necesario captar el significado que conducía automáticamente a una respuesta predicha. Sin embargo, este increíble mecanismo de mezcla nos prepara para el anzuelo …

Continuará…

El artículo apareció gracias al libro "Emotional Agility" de Susan David

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