El Mito De La Competencia Sana

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Video: El Mito De La Competencia Sana

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El Mito De La Competencia Sana
El Mito De La Competencia Sana
Anonim

"La esencia del comportamiento humano radica en el hecho de que todos nos tenemos miedo inconscientemente unos a otros, por lo que vivimos completamente armados, y de vez en cuando tomamos medidas preventivas para protegernos"

La sociedad moderna fomenta la competencia. Un concepto como "motivación" en el entorno empresarial está estrechamente relacionado con la competencia. Una persona siente la necesidad de competir con los demás o consigo misma, y el bienestar personal a menudo se envía para atrás.

La competencia puede ser pública o privada. La competencia abierta es cuando una empresa anuncia competencia entre equipos de empleados involucrados en diferentes proyectos. La competencia tácita es nuestro deseo de evitar a la otra persona en cualquier cosa a toda costa, desde éxitos de producción hasta un avatar en una red social.

¿Puede la competencia, a pesar de sus resultados positivos, ser el impulso para la desunión de la sociedad?

Con la llegada de Internet, la competencia se ha intensificado en serio. Cualquiera de nosotros, siempre que tengamos acceso a la red, tiene la oportunidad de competir entre nosotros las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Con la llegada de las bandas de fitness y las aplicaciones que rastrean automáticamente nuestro rendimiento atlético, podemos rastrear nuestro propio progreso frente a amigos y extraños.

El peligro radica en el hecho de que la competencia en el trabajo y el deporte se filtra en la vida cotidiana, donde el emprendedor ambicioso cacareada se llena de neurosis y está completamente apegado al deseo de "ser el mejor en todo".

Mucho se ha dicho sobre la otra cara de la ambición. En las biografías de personajes famosos, a menudo se pueden encontrar referencias a cómo los grandes de este mundo, a medida que se acumulaban el poder y la influencia, se caracterizaban por una psique cada vez más inestable. El miedo a la pérdida de capital llevó a los líderes políticos del siglo XX a construir búnkeres y exterminar a otras poblaciones; a nivel del ego colectivo, los líderes de la iglesia declararon anatema y aniquilaron a un número colosal de personas, escondiéndose detrás de una misión santa, detrás de la cual estaba el deseo de preservar su propia integridad.

Con el florecimiento del individualismo en el espacio postsoviético, la necesidad de competir, de promover la propia marca recae sobre los hombros de cada individuo. La cultura de las startups, con su inherente libertad de pensamiento y apertura a la aportación creativa, ha generado entusiasmo en los corazones de las generaciones de los años 90 y 2000. El hombre, como un robot, debe ser productivo y eficiente hoy.

Un estudio reciente de la Escuela de Negocios de la Universidad de California encontró que aquellos de nosotros que nos guiamos por el principio de que el tiempo es dinero tenemos más probabilidades de experimentar estrés, como lo demuestra la presencia de niveles elevados de cortisol, la hormona del estrés, en nuestros cuerpos.. (El estado emocional-mental de los sujetos que no evaluaron los segundos en moneda se evaluó como normal y se basó en mediciones de cortisol con hardware).

En un intento por resolver el problema del estrés emocional, debe darse cuenta de que la resistencia al estrés se forma principalmente no a través de intentos agotadores de amortiguar las manifestaciones desagradables del estrés, sino como resultado de una actitud saludable hacia la realidad. Una actitud saludable significa tal interacción con el mundo en el que nos sentimos seguros: física y mentalmente.

En las enseñanzas orientales, existe tal interpretación del karma: el karma no es una especie de consecuencia que nos envía un poder todopoderoso desde arriba; el karma es nuestra propia conciencia, que nos castiga / recompensa tan pronto como actuamos, lo que nos empuja a buscar castigo o recompensa en el mundo exterior. Así, nosotros mismos creamos causas y efectos, ignorando por completo nuestro papel en la producción.

Nuestro subconsciente, destinado a proteger nuestra personalidad y mantener la homeostasis, a menudo arroja "al horno" máximas racionalizadoras, que posteriormente son trituradas por nuestra voz interior. El resultado es ansiedad, inquietud, suspenso, todo lo que buscamos evitar.

¿Cómo dejar de competir? Primero, necesitas sentir qué sensaciones están respaldadas por una competencia sin fin. Reconocer el problema es el primer paso.

Una vez que te hayas comparado con otra persona, concéntrate en las manifestaciones corporales e intenta identificarlas. Aquí es donde la técnica de atención plena que cubrí en artículos anteriores puede ser útil.

Para dejar de preocuparse y volver a un estado de estabilidad emocional, puede utilizar la técnica de los meridianos de la libertad emocional con tapping.

La “respiración cuadrada” ayuda a sacar al cuerpo del estado de estrés.

Y la principal recomendación: incluir al testigo. Como decía Vadim Zeland, “alquila tu mismo, baja al auditorio y mírate desde el margen”. Y de nuevo, en palabras de los grandes: no te metas en nada con la cabeza: después de todo, la vida es un juego, y la gente en ella son actores.

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