Cambiando Un Poco La Configuración

Cambiando Un Poco La Configuración
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Anonim

Gracias a la psicóloga de Stanford Carol Dweck, conocemos formas de pensar fijas y dinámicas, más comúnmente llamadas actitudes. Las personas con actitudes fijas creen que cualidades tan importantes como la mente y la personalidad son fijas e inmutables. Las personas con actitudes dinámicas descubren que estas cualidades básicas se ven influidas y pueden mejorarse mediante el aprendizaje y el esfuerzo. Pueden aparecer dos tipos de actitudes dependiendo de la calidad en cuestión. Por ejemplo, puede ser "fijo" en lo que respecta a la capacidad matemática ("No tengo suerte con los números") y "dinámico" en lo que respecta a la capacidad social ("Debería conocer mejor a mis vecinos").

Esta creencia en el cambio puede influir significativamente en el comportamiento. Aquellos que están abiertos al cambio y creen que se puede lograr más y que vale la pena el esfuerzo para hacerlo, se sienten empoderados para gestionar sus logros y resolver problemas.

El cambio a menudo se entiende como un evento único, como una decisión de Año Nuevo. Pero el cambio es un proceso, no un evento. Centrarse en el proceso les permite sentir que pueden estar equivocados, aprender de sus errores y mejorar su desempeño con el tiempo.

Nuestros cerebros se preocupan profundamente por lo que creemos. Unos milisegundos antes del inicio del movimiento previsto, el cerebro transmite ondas eléctricas preparatorias. Solo entonces envía señales de activación a los músculos correspondientes. La preparación para la acción, que se llama potencial para la preparación, está más allá de la conciencia, pero la activación misma la lleva a cabo la intención. Cuando disminuye el sentido de actividad y eficiencia, disminuye el potencial de preparación en el cerebro.

Sentir su "yo" como dinámico es la piedra angular de la flexibilidad emocional. Las personas con una mentalidad de crecimiento que se ven a sí mismas como activas en sus vidas están más abiertas a nuevas experiencias, más dispuestas a asumir riesgos y más tolerantes con el fracaso. No están de acuerdo tan irreflexivamente con los deseos de otras personas y, al mismo tiempo, son más creativos y aventureros.

Las técnicas para activar el sentido del ego también pueden ser poderosas, incluso si es solo una técnica gramatical. En un estudio, se reunió a los votantes y se les pidió que respondieran a una encuesta en vísperas de elecciones importantes presentando el concepto de votar una vez como verbo (¿Qué importancia tiene para usted votar en las elecciones de mañana?), Y una vez como sustantivo. (¿Qué importancia tiene para usted ser votante en las elecciones de mañana?) En la primera versión, la votación se presentó como otro caso designado en un día ajetreado. Y en el segundo, la votación se presentó como una oportunidad para desempeñar un papel importante: el papel del votante. El mismo cambio de “votar” a “ser un votante” aumentó la participación de votantes en un 10%.

Todos tenemos rasgos de personalidad que nos gustaría cambiar. Pero cuando intentamos cambiar y afrontar dificultades, a veces nos centramos demasiado en lo que consideramos nuestro destino.

El cambio de actitudes debe comenzar por cuestionar el concepto de uno mismo y del mundo, aunque parezcan grabados en piedra, y luego de forma activa, paso a paso, elegir aprender, experimentar, crecer y cambiar.

El artículo apareció gracias al libro "Emotional Agility" de Susan David

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